Un examen al examen
Hace falta evaluar a todos los maestros y
alumnos para averiguar en qué estado se encuentra la educación básica? Por
supuesto que no. Es del conocimiento público su mala situación. Tienen razón
los maestros que se oponen a la evaluación universal y a la prueba Enlace,
porque además de no servir para mejorar en nada la educación, son herramientas
de opresión que quieren usarse para justificar la falta de una buena política
educativa y para intimidar a los maestros y atropellar sus derechos. También
sabemos que se está haciendo un buen negocio con esto, en vez de aplicar esos
recursos para mejorar escuelas.
De nada sirven exámenes que digan lo que
los maestros no saben. Lo que hace falta son cursos de capacitación que,
acompañados de buenos instrumentos, les permitan capitalizar sus muchos saberes
y su potencial creativo, para que puedan tomar el timón y reconstruir un
sistema educativo que gobiernos irresponsables y autoritarios, en complicidad
con el nefasto SNTE, han dañado y pervertido sin pudor.
En la educación básica, y sobre todo en la
escuela primaria, el examen es un anacronismo pedagógico que desdibuja el
sentido humano de la educación y obstruye el desarrollo cognitivo, ya que se
convierte en la meta que obliga a ofrecer información en forma esquemática: se
enseña a responder exámenes, a memorizar, en vez de enseñar a pensar.
El examen es un instrumento de control y de
intimidación, que invierte las relaciones de saber y de poder y que arrebata a
los niños el placer de aprender. En la primaria el examen sólo sirve para
generar miedo y ansiedad a los niños.
Los exámenes deberían estar ya fuera de uso
en la educación básica, porque obscurecen la comprensión de los procesos de
aprendizaje y nada dicen acerca del potencial de aprendizaje de los alumnos.
Es urgente que la educación por el arte y
la pedagogía de la pregunta se impongan a la castrante pedagogía del examen;
que los niños disfruten la escuela y su mente desarrolle capacidad para
investigar y para inventar. Además, para mejorar la educación básica los
maestros han de recuperar su pisoteada dignidad y su protagonismo en la
política educativa.
Artículo extraído de La Jornada, redactado
por Andrea Bárcena el domingo 21 de abril de 2013. Su correo electrónico: derechosinfancia89@gmail.com Lee aquí su opinión.
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