El té, una
simple copa de vino, el zumo de manzana y
los populares rabillos de pasa pueden, según prueban diferentes estudios, estimular
nuestra memoria. Incluso los refrescos se
han revelado recientemente como aliados de la buena memoria.
Según afirma Leigh Riby, de la Universidad de Glasgow Caledonian, en Escocia, consumir una o dos latas de bebida carbonatada puede mejorar la capacidad de retener información hasta un 20%. La clave, asegura, está en su contenido en glucosa.
"Yo animo a todos mis estudiantes a que consuman una bebida energética antes de las clases, porque les ayuda a aprender más"
Revista Muy Interesante, por Elena Sanz con fecha de 28/08/2012
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