Desde
hace 20 años en las primarias públicas del país ocurre un fenómeno atípico. La
matrícula de estudiantes cayó 0.04%, pero el número de maestros se incrementó
en 13% durante el mismo periodo.
Mientras
que en el ciclo escolar 1992-1993 había 13 millones 418 mil 224 alumnos
inscritos en primarias públicas del país, para el ciclo 2012-2013 la matrícula
fue de 13 millones 413 mil 239, es decir, 4 mil 985 niños menos.
Paralelamente,
la planta docente pasó de 449 mil 451 a 505 mil 913 maestros, lo que significa
un crecimiento de 56 mil 462 docentes en las últimas dos décadas.
Expertos
en materia educativa consideran que este fenómeno se debe a varios factores,
entre ellos a que la población entre 6 y 12 años ha disminuido en los últimos
años, pero también a que no existe una planeación institucional sobre el número
de profesores que se necesitan en cada estado y que la contratación de docentes
está sujeta a negociaciones políticas.
Sergio
Cárdenas, doctor en Educación por la Universidad de Harvard e investigador del
Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), afirma que el principal
problema es de planeación, porque no hay un diseño institucional que permita
saber con precisión dónde se van a requerir los profesores, dónde se pueden
hacer contrataciones temporales o dónde se podría cambiar un docente de un área
a otra.
“Siempre
hay una presión para estar contratando profesores, no me sorprendería que en
estos estados (Michoacán, Guerrero, Veracruz) parte de la negociación para
comprar paz sea incorporar más profesores aun cuando no se requirieran por
matrícula, es un buen mecanismo para seguir cooptando personas que al final de
cuentas se vuelven integrantes de los sindicatos”, refiere.
El
ex subsecretario de Educación Básica Olac Fuentes considera que esta situación
se debe a varios factores, entre ellos, a un fenómeno demográfico en que la
población entre 6 y 12 años ya no está creciendo.
“Una
explicación de buena fe sería que muchas escuelas que eran multigrado —que un
maestro atendía desde el segundo al sexto grado— han generado plazas para
reducir esa situación. Pero por otra parte, otra hipótesis es que se han creado
muchas plazas y los profesores están sin grupo, comisionados o de
paracaidistas”, añade.
Carlos
Ornelas, doctor en Educación por la Universidad de Stanford, refiere que desde
2002 comenzó esta tendencia del crecimiento de la nómina y de la plantilla de
maestros, no sólo en Oaxaca, Michoacán y Chiapas, donde la presencia de la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) es muy fuerte,
sino también en Jalisco, Sinaloa, Durango y Chihuahua.
“Sin
embargo, la población en primaria ha disminuido, otra parte ha desertado hacia
la educación privada por problemas que hay en algunos estados. La gente que
puede, aunque sea pobre, trata de garantizar la estancia de sus hijos en las
escuelas. Esto se debe a los problemas que ha generado la CNTE”.
Señala
que no se puede afirmar que en Oaxaca las escuelas privadas sean mejores que
las públicas, pero sí tienen todos los días de clases, eso es lo que les
interesa a los padres de familia que hacen el esfuerzo.
EL
UNIVERSAL realizó este análisis con base en “Serie Histórica y Pronósticos de
la Estadística del Sistema Educativo Nacional”, publicada por la SEP en su
Sistema Nacional de Información Estadística Educativa, y que tiene como base
los cuestionarios Formato 911 que se aplican en todas las escuelas del país a
inicios de cada ciclo escolar.
Sólo
se consideraron las escuelas públicas generales e indígenas, quedando fuera los
cursos comunitarios operados por el Consejo Nacional de Fomento Educativo
(Conafe) que en lugar de maestros emplean a jóvenes que trabajan como
instructores a cambio de una beca para continuar con sus estudios.
El
análisis tomó como punto de partida el ciclo escolar 1992-1993, cuando se
transfirió la operación de los servicios federales de educación básica y normal
a los gobiernos estatales, según el Acuerdo Nacional para la Modernización de
la Educación Básica, publicado el 19 de mayo de 1992 en el Diario Oficial de la
Federación.
Contrastes
De
acuerdo con las estadísticas, en 12 estados el número de maestros en primarias
públicas creció considerablemente aun cuando la población de niños atendida
disminuyó.
El
caso más extremo es Oaxaca, pues su planta docente creció 29% en los últimos 20
años pese a que el número de alumnos tuvo una contracción de 13%.
Otro
caso es Michoacán, donde los maestros aumentaron 14% y la matrícula de niños
cayó en 21%.
En
Veracruz, el número de docentes creció 11%, en tanto que el número de niños
atendidos disminuyó 14%.
En
Guerrero, la planta de profesores aumentó 12% y la merma de estudiantes se
redujo el mismo porcentaje.
Fenómenos
similares, aunque en menor magnitud, ocurren en Campeche, Hidalgo, Yucatán,
Jalisco, Tabasco, Guanajuato, Nayarit y San Luis Potosí.
En
Quintana Roo, Baja California, Chiapas, Estado de México, Querétaro, Colima,
Tlaxcala, Sonora, Chihuahua, Puebla y Morelos el número de profesores creció
por encima de lo que lo hizo la población atendida.
En
Baja California, por ejemplo, la planta docente creció 61% mientras que la
matrícula 46%. En el Estado de México, maestros y alumnos crecieron 22% y 8%
respectivamente. En Tlaxcala, el número de profesores se incrementó 17%, en
tanto que los niños atendidos apenas lo hicieron en 6%.
En
Durango, Zacatecas y Sinaloa registraron una contracción tanto de docentes como
de alumnos. Sólo en Baja California Sur, Aguascalientes, Nuevo León, Tamaulipas
y Coahuila la planta docente creció a un ritmo similar que la matrícula
escolar.
Redacción de Saúl Hernández y Alberto Morales| El Universal /México Diciembre 19 de 2013