Unos tres millones de niños sirios se han visto obligados a abandonar la
escuela por la violencia e inseguridad causadas por el conflicto armado
en el país desde 2011, según un informe del Fondo de Naciones Unidas
para la Infancia (UNICEF).
"Se trata de la caída más pronunciada y rápida de los niveles de
escolarización en la historia de la región", afirma el informe
"Educación interrumpida", hecho público, la misma semana en la que se
han cumplido 1,000 días de conflicto armado.
Según el documento, los progresos educativos logrados durante décadas en
el país se han visto truncados en solo tres años, en los que la lucha
armada ha destruido escuelas, los niños tenían miedo de ir a los
colegios y muchas familias han huido del país.
"Muchos padres han declarado que no tenían otra opción más que dejar a
sus hijos en casa porque era muy arriesgado enviarlos a la escuela",
afirman desde UNICEF.
En el mejor de los casos, subraya el informe, algunos niños están
recibiendo educación informal de manera esporádica; pero muchos de ellos
han tenido que abandonar por completo la escuela para trabajar y ayudar
económicamente a sus familias.
Dentro de Siria, una de cada cinco escuelas han quedado inutilizadas por
los daños, completamente destruidas o han sido transformadas en
refugios para los desplazados internos del país; y muchos profesores han
sido asesinados.
Las áreas más afectadas por esta situación son las más azotadas por la
violencia, como Al Raqa, Idleb, Deir Ezzor, Hama, Deraa y los
alrededores rurales de la capital, Damasco.
En algunas de estas zonas, los niveles de asistencia a clase han caído a
niveles tan bajos como el 6 por ciento; un dato especialmente alarmante
si se tiene en cuenta que, antes del conflicto, Siria era el país líder
de la región en cuanto al alcance y calidad de la educación.
Antes del conflicto, el 97 por ciento de los niños acudía a la escuela
primaria y el 67 por ciento recibían educación secundaria; además la
tasa de alfabetización en ambos sexos alcanzaban el 90 por ciento.
"Esta situación tendrá dramáticas consecuencias en el futuro del país", alerta el informe.
En los países vecinos que están acogiendo a los refugiados sirios,
UNICEF estima que hay entre 500,000 y 600,000 niños sin escolarizar;
donde afrontan dificultades como la lengua o el dialecto, las
diferencias en el programa escolar, además de pobreza e inseguridad en
muchos casos.
Por su parte, los niños y profesores de las comunidades de acogida de
estos países se ven obligados a recibir educación en clases masificadas,
lo que aumenta la presión sobre los sistemas escolares nacionales.
Ante esta situación, UNICEF reclama que se aumente la protección de la
infraestructura escolar dentro de Siria, incluyendo el uso de escuelas
con propósitos militares, y declarar las escuelas zonas pacíficas; así
como duplicar la inversión internacional dedicada a la educación en las
comunidades de acogida para ampliar y expandir las escuelas y contratar
más profesores.
También proponen que se impulsen modelos educativos alternativos, como
la educación desde casa, o se creen centros de aprendizaje informales y
espacios de recreo para niños, donde reciban además apoyo psicosocial.
Fuente: Noticieros Televisa
No hay comentarios:
Publicar un comentario